View Full Version : Super Huevos!!!
Huevos Rotos
02-02-2011, 06:09 PM
Capítulo 1 - El primer día del resto de mi vida
Era un Sábado frío de Enero, a las 8:30 de la mañana, y yo me dirigía a la Biblioteca Municipal para estudiar el temario de los exámenes universitarios que me quedaban por hacer. Como de costumbre, fui a una pequeña cafetería que estaba de camino, donde solía desayunar cada vez que era época de exámenes y hacía mi visita matinal a la biblioteca.
Entré y le pedí un bocadillo y un café con leche al camarero que me reconoció y me saludó amigablemente mientras iba a preparar lo que le había pedido. Yo aproveché para ir al servicio en lo que estaba listo mi desayuno, cuando me llevé una sorpresa. El baño de caballeros estaba averiado. Me asomé y vi que en la cafetería habían tres hombres con uniformes de trabajo y una pareja desayunando así que pensé:
- Me meteré rápido en el servicio de señoras que nadie se dará cuenta.
Abrí la puerta y me encontré a dos muchachas de entre veinte y veintitrés años mirándose al espejo, riéndose y hablando. Sus ropas daban a entender que aún no se habían acostado después de un Viernes noche de fiesta, y su actitud y comportamiento que se habían tomado unas copas de más. Una tenía el pelo negro y rizado, mediría 1’60, labios carnosos y morena de piel. Llevaba un pantys negro que realzaban sus muslos y prominentes nalgas a juego con unos zapatos de tacón negros. Su amiga era más delgada, tendría 1’70 de altura, pelo corto y castaño y grandes ojos verdes. Ella en cambio llevaba una minifalda vaquera, una blusa blanca y unos zapatos de tacón de punta fina blancos.
Las dos me miraron atónitas durante una fracción de segundo, como que no se esperaban mi aparición, pero el asombro rápidamente se convertiría en risas y la morena le dijo a su amiga la palabra que cambiaría mi vida:
- ¡Agárralo!
Yo me quedé perplejo mientras la chica delgada me sujetaba los brazos por la espalda sin parar de reírse y la otra chica se dirigía a mi:
- Y tu, ¿quién se supone que eres y que haces aquí?- dijo ella.
- Yo, em, estaba… el otro baño…. – tartamudeé por los nervios.
- Shh ¡Calla!, ¿vemos a ver como tiene la polla no?- preguntó a su amiga.
- Jajaja, si vamos a ver como la tienes - me dijo la chica delgada.
La chica morena se abalanzó hacia mi y me bajó pantalones y calzoncillos, dejando al descubierto mi pequeño pene y mis grandes huevos. Las carcajadas y comentarios entre las dos de lo pequeño que era mi pene comenzaron nada más vérmelo.
- Jajaja, ¿pero que mierda de polla es esta? Esperaba llevarme una sorpresa pero me he llevado una decepción. – dijo la chica morena mientras se aguantaba la risa - En cambio, con esos huevos gordos se podrá hacer algo…
Dio un paso a tras y sin pensárselo me propinó una fuerte patada en mis desnudos huevos. Yo casi caigo al suelo de rodillas pero la otra muchacha me estaba sujetando. Las dos no paraban de reírse, y la morena me agarró los testículos que apenas podía cogerlos con una sola mano. Me los apretó y dio un tirón hacia arriba para que me incorporara. El asombro de las dos muchachas y el mío llegó cuando tras golpearme los genitales tuve una erección.
- Pero mira, ¡si le ha gustado al pervertido este! – dijo la chica que me sujetaba.
- Sí pero ni dura sirve la polla de este tío, jajaja.- Se burlaba la morena mientras me la observaba. Razón tenía ya que erecta me llegaba a poco más de 11 cm.
- No por favor, ¡No me pegues más! – supliqué.
- ¿Pero quién te ha dado permiso para hablar? – me replicó mientras me daba un rodillazo en mis doloridos huevos.
La chica delgada me soltó y me incliné hacia delante del dolor que sentía pero que extrañamente me gustaba.
- Yo no me voy a quedar sin diversión. – dijo la chica cuando me soltó, y me dio una fuerte patada desde atrás, sintiendo como su empeine impactaba contra mis pelotas haciéndome caer al suelo del mareo que sufría por el dolor de testículos…
Y ahí estaba yo, en los baños de una pequeña cafetería de la que era cliente habitual, tirado en el suelo del servicio de señoras con los pantalones bajados y agarrándome los huevos por el daño sufrido mientras las dos muchachas se reían y salían del servicio. Me costó asimilar lo que había sucedido y como pude me incorporé apoyándome en el lavamanos.
Salí de allí sin decir nada y cogí un taxi en dirección a mi casa sin aún creerme lo que había pasado. Me acosté en la cama mirando para el techo. Pasaron las horas y recordaba a las dos chicas abusando físicamente de mi, golpeándome los genitales, y lo peor de todo es que cuando lo recordaba mi pequeño pene se levantaba.
Tras meditarlo me plantee, ¿y esto a que se debe?, ¿por qué me ha pasado?, y sobre todo, ¿por qué me ha gustado?. Decidí que era hora de dejar de ser uno más del montón. Cogí un disfraz de superhéroe de los carnavales de hace tres años que tenía en el armario y me lo probé. Me quedaba perfecto. Una maya azul con unos brazaletes verdes y una máscara azul con un antifaz también verde, pero faltaba unos detalles. Hice un agujero en la entrepierna de la maya para dejar salir mis testículos y fuesen colgando a la vista de todos. Recorté una S y una H de una camiseta amarilla que ya no me ponía y se la cosí al pecho del traje.
A partir de ese día mi alter ego se llamaría Super Huevos, no sabía lo que haría, contra que mal lucharía, ni cual sería mi labor, pero de lo que sí estaba seguro, era de que mi vida ya no volvería a ser la misma.
pegama78
02-03-2011, 12:29 AM
hola como estas pues a ver cuantos ponen que este es un foro solo de ingles jajaja en fin es bueno ver que alguien mas habla espanol por aqui jajaja
Spam!
Huevos Rotos
02-03-2011, 07:02 AM
Este es el primer capítulo de la saga.. pronto habrá mas....
pegama78
02-03-2011, 01:05 PM
pues a ver que tal se pone esta historia
:bananajum
joao_preto
02-05-2011, 03:19 PM
Excelente historia!! me alegra mucho que este mundo este lleno de divinos "pervertidos" Esperaremos esa historia entonces,Saludos desde Argentina!
Huevos Rotos
02-23-2011, 07:54 PM
Capítulo 2 - La primera hazaña
Eran las 4 de la tarde y había quedado con unos amigos. La experiencia con las dos muchachas en aquel bar aún me perseguía y la idea de Super Huevos no se me quitaba de la cabeza, así que decidí salir con la malla de superhéroe debajo de la ropa. Al principio dudé en hacerlo pero la posibilidad de que en cualquier momento Super Huevos podría hacer acto de presencia me impulsó a dejármela puesta.
Estaba caminando por la calle hasta que me topé con una pareja discutiendo. Ella tendría unos 23 años. Era una chica pelirroja de ojos azules, con pecas, delgada pero con grandes pechos. El tendría unos 26 años, mediría 1’80 y saltaba a la vista que pasaba horas en el gimnasio.
Yo pasé intentando disimular pero la discusión la tenían a grito pelado.
- ¿Por que no me cogías el teléfono anoche? - Preguntaba ella.
- ¿A mi que me cuentas? Yo no vi tus llamadas… - Le replicaba el.
- ¡¡Seguro que estabas con la zorra de tu ex!! - Le gritó la chica en un ataque de nervios.
- No la metas en esto, sabes que ahora somos buenos amigos. - Le dijo el tipo.
Como sabía que la discusión iría a más me metí en un callejón que había al lado y me preparé para que Super Huevos hiciera su primera aparición. Me quité la ropa lo más rápido que pude y la guardé detrás de unas cajas. Saqué la máscara del bolsillo de mi chaqueta y me la puse para que nadie me reconociera.
Me asomé para comprobar que la pareja seguía en el mismo lugar y contemplé el final de la disputa.
- ¿Ah si? ¡¡Pues no me vuelvas a llamar!! - Gritaba el entrado en cólera.
- ¿Después de todo me echas la culpa a mi? - Preguntaba ella aguantándose las lágrimas.
- ¡Me largo! Aquí te quedas tú y tu ataque de nervios. - Decía el chico mientras cruzaba la carretera y dejaba a la muchacha con la palabra en la boca.
Atónito después de tal espectáculo me quedé observando lo que hacía la chica. En su cara se notaba los nervios y el querer llorar por la impotencia, pero se aguantaba para no hacerlo en plena calle. Se dirigía por la acera y en breve pasaría al lado del callejón donde estaba yo observándolo todo así que me preparé.
Cuando la muchacha estaba a punto de pasar por delante del callejón salí de un salto y grité:
- ¡¡Super Huevos al rescate!!
Ella se quedó anonadada mirando, con cara de no saber lo que estaba sucediendo. Observó mi malla azul, con una S y una H en el pecho, un antifaz verde sobre una máscara también azul y un agujero en la entrepierna por donde salían colgando mis huevos. Me miró de arriba abajo y se paró contemplando mis gordos testículos. Su cara en cuestión de segundos pasó de impotencia y tristeza a aguantarse la risa sin poder ocultar su asombro.
- Pero… ¿esto que se supone que es? - Preguntaba mientras una sonrisa invadía su cara.
- ¡¡Soy Super Huevos, he visto lo que ha sucedido y quiero ayudarte!! - Exclamé.
- Jajaja, ¿ayudarme? ¿qué dices tarado? - dijo sin creerse lo que estaba pasando.
- Seguramente tras esa discusión tendrás ganas de darle una patada en los huevos a alguien y ahí es donde te voy ayudar. ¿Por qué crees que llevo las pelotas por fuera? - Le expliqué
- Pero… ¿pero esto es en serio? - La muchacha miraba para los lados mientras decía estas palabra.
- ¡¡Pues claro!! ¿No te atreves? - La reté mientras abría un poco las piernas y colocaba mis manos en la cintura.
- No me lo digas dos veces. - Advirtió
- Hazlo…. - Aún no había terminado de decir la palabra y ya me estaba propinando una fuerte patada con sus nikes en mis desnudos huevos.
- Mira que te lo advertí. - Dijo mientras me veía de rodillas en el suelo tras la patada.
- ¿Eso es todo lo que sabes hacer? - Le dije mientras me incorporaba.
- ¿Ah si? - Colocó sus manos sobre mis hombros y me dio un rodillazo en los testículos que parecía que me los había reventado del impacto. - Jajajaja que gracioso, ¿ya esta? - Me preguntaba entre risas.
- No… no… - dije como pude y me arrodillé ante ella con las piernas abiertas.
- ¡¡Buena posición!! - Dijo mientras daba unos pasos hacia atrás.
Cogió carrerilla, yo coloqué las manos tras mi cabeza y vi como corría hacia mi con cara de felicidad y rabia para darme una patada en los huevos tan fuerte que me dejó revolcándome en el suelo de dolor.
Por un momento me quedé boca a bajo y perdí la noción del tiempo debido al mareo producido por los golpes en los testículos hasta que algo me hizo entrar en razón. La chica aprovechó que estaba tirado en el suelo y desde atrás se me veían los huevos apoyados sobre la acera para pisármelos sin compasión.
- ¡¡Ahh, mis huevos, aahh!! - Grité sin que sintiera pena de mi.
- Yo te lo advertí, jajaja. - Me decía ella con tono sarcástico mientras me aplastaba los cojones apoyando todo el peso de su cuerpo sobre ellos.
- Ay, parece que me siento mucho mejor, y todo gracias a ti Super Huevos - Agradecía - Lástima que tu tendrás un dolor de cojones para rato, y nunca mejor dicho.
- No te… preocupes…. - Dije entre lamentos debido al dolor que sentía mientras me agarraba mis doloridas pelotas.
- Muchas gracias, ¡¡chao!! - Se despidió alegre y me dio un beso en la cabeza.
Yo me levanté como pude del suelo y fui a por mi ropa mientras veía que le había alegrado el día a aquella chica que se perdía a lo lejos por la misma calle. Me vestí y vi que ya era tarde para ir a donde había quedado con mis amigos, a parte de que el dolor de huevos que tenía no me hubiera dejado pasar una tarde muy agradable. Me dirigí a mi casa y cuando llegué busque hielo en el congelador. Me acosté en la cama, sin ropa, y con una bolsa de hielo puesta entre las piernas mientras sonreía. Parecía que la primera hazaña de Super Huevos había sido un éxito.
Continuará….
sion247
02-27-2011, 01:01 AM
Oye las historias estan geniales y se agradece que sean en español. Vamos publica la siguiente aventura!!
Huevos Rotos
03-11-2011, 08:04 PM
Capítulo 3 - El Suspenso
Me encontraba en los pasillos de la universidad rumbo a la siguiente clase cuando vi a una muchacha morena que me resultaba familiar. La observé disimuladamente intentando recordar de qué me sonaba mientras me fijaba en lo buena que estaba.
Tenía el pelo negro, largo y ondulado, mediría 1’55 y su culo era algo increíble. Grande, redondo y respingón, de esos de los que pasan al lado tuyo y te das la vuelta para contemplarlo mientras te lo imaginas estrujándolo con tus manos.
Mientras me deleitaba con esas tremendas nalgas recordé de qué la conocía. Hacía dos o tres meses me la encontré en una discoteca. Recuerdo que ella ya estaba un poco desfasada y bailaba en medio de la pista como si nadie existiera. Viendo que tal belleza estaba sola me armé de valor y me acerqué a bailar con ella y no sé si fue por los grados de alcohol o por la locura de la noche pero cuando me dí cuenta estábamos bailando muy pegados. Se dio la vuelta y comenzó a bailar restregándome su culo en el paquete y yo no pude evitar tener una erección. No podía creerlo, vaya mujer me estaba ligando. Mi pequeño pene estaba en alza y ella se giró para decirme algo al oído:
- Me estás clavando el botón del pantalón - dijo.
- ¿El botón del pantalón? No es eso… - respondí sorprendido.
- ¿Ah no?... - preguntó confusa.
- No… es mi pito - dije avergonzado.
- ¿Enserio? - Respondió sonriendo - No pasa nada, por cierto, estoy cansada, creo que iré a sentarme con mis amigas, chao.
Yo, sin saber lo que hacer, me quede allí quieto con mi pequeño pene de 11 cm que había espantado a tremenda mujer, observando como se iba sin poder evitar mirarle ese pedazo de culo.
Debido a aquello pasé al lado suyo a ver si por casualidad me recordaba mientras se acercaba al tablón que estaba colgado en la pared. Me miró y aliviado me di cuenta que no se acordaba de mi.
- ¡Joder! ¿Un 4’7? - Gritó de repente - Menudo hijo de puta. Maldito profesor reprimido.
Parecía que no estaba contenta con la nota que le habían puesto e indignada se metió en el baño dándome cuenta que era momento para que Super Huevos actuara. Entré en el de caballeros que estaba justo al lado y asegurándome que no había nadie me quité la ropa quedándome con la malla azul con los testículos por fuera y la máscara. Puse la mochila escondida detrás de un retrete y me dirigí al baño de mujeres.
Cuando entré la vi sentada sobre el lavamanos con las manos en la cabeza en un ataque de ira, tristeza y decepción. Llevaba una mini falda que sentada dejaba a la vista sus increíbles muslos.
- ¡Super Huevos al rescate! - Exclamé
De un sobre salto me miró confundida.
- ¿Y tu quien eres? - Preguntó sorprendida.
- Soy Super Huevos, he visto que no estás conforme con tu nota de examen y quiero hacer que te sientas mejor ofreciéndote mis huevos para que te desahogues - le expliqué.
- No estoy para broma así que ya puedes marcharte - dijo.
- No es ninguna broma amiga, es mi labor - respondí mientras me acercaba a ella.
- No te acerques… - advirtió - como te acerques te voy a dar una patada en los huevos de verdad…
Hice caso omiso a su amenaza y cuando estaba cerca de ella levantó violentamente su pierna clavándome su empeine en mis indefensas pelotas.
- Jajaja te lo dije - se burló
- Que poca fuerza tienes mujer - le dije para provocarla.
- ¿Ah si? - Dijo mientras cerraba el fechillo de la puerta del baño - Gracias a ti, hoy me voy a ir feliz para casa.
Yo intenté incorporarme pero antes de conseguirlo ella me dio otra patada en los huevos que me hizo caer al suelo. Me los agarré y me lamentaba mientras me quedaba boca arriba. Ella se puso entre mis piernas y me las levantó con sus brazos.
- ¡Quita las manos! - Ordenó.
- Si si… disculpa… - respondí sollozando.
Quité las manos y pude ver como en su cara había satisfacción mientras me propinaba un pisotón en mis desnudos testículos.
- Jajaja ahora viene lo mejor - dijo la muchacha.
Caminó hasta mi cabeza y se sentó sobre mi cara levantándose la minifalda mirando hacia mis huevos. Ella se reía y yo solamente podía oírla ya que sus grandes nalgas estaban sobre mi cara sin dejarme ver nada y apenas podía respirar.
Con una mano me agarro mis gordos testículos y empezó a estrujármelos mientras con la otra se hacía el tanga hacia un lado y decía:
- Me vas a comer el coño si no quieres que te los reviente, ¿me oyes? - amenazó
Asentí como pude y con la mano que se había rodado el tanga me levantó un poco la máscara para dejar mi boca al descubierto. Le pasé la lengua despacito y poco a poco fui subiendo la velocidad. Ella temblaba y gemía de placer. Mi lengua se movía a gran velocidad de arriba a bajo y en círculos por su clítoris por lo que ella cada vez estaba más húmeda y sus gemidos cada vez eran mas fuertes. Seguí dándole placer con mi lengua sin bajar el ritmo y por lo que podía deducir estaba a punto de llegar al clímax. Temblaba, gemía y con el puño cerrado me daba mazazos en los huevos para que no parara hasta que al fin llegó.
- ¡Dios que rico! Así si merece la pena suspender exámenes - dijo - Y por tu mini tienda de campaña parece que también te ha gustado - Dijo mirándome el bulto que hacía mi pene en erección.
Se levantó, cogió su bolso y sin venir a cuento me dio una última patada en los testículos.
- La de despedida - dijo riéndose - Ha sido un gran placer Super Huevos.
Abrió la puerta y salió de allí dejándome dolorido y tirado en el suelo. Esta vez si que me había sentido usado.
Me asomé y vi que no había nadie. Rápidamente me metí en el otro baño para ponerme la ropa y hacer como si nada hubiera pasado. Salí del campus disimulando el dolor de huevos que tenía que por la forma de caminar se notaba que algo raro me pasaba. Me senté en un banco a ver si se me pasaba el dolor mientras recordaba lo que había sucedido sonriendo. Había hecho cosas que no tenía planeadas pero la segunda intervención de Super Huevos había sido mejor que la primera.
Continuará….
Huevos Rotos
04-04-2011, 06:46 PM
Capítulo 4 - El encuentro con la Ley
El rumor sobre mi existencia corría entre las féminas. Un friki azul me llamaban unas, un pervertido masoquista disfrazado me llamaban otras, pero me llamasen como me llamasen lo que me fascinaba era que todas se apasionaban cuando hablaban de mi, se notaba en sus palabras. Algunas decían que esperaban que apareciera cuando lo necesitasen. Yo sabía que lo haría, podían confiar en mi.
Una noche, me aburría en casa a la espera de que fuese necesaria la presencia de mi álter ego, así que decidí ponerme el traje y salir a la calle con cautela. Caminé varias calles metiéndome por callejones para no ser visto hasta que paró al lado mío un coche de policía.
- Alto!! - Gritó una voz femenina desde el coche.
Yo me paré sin saber si echarme a correr.
Del coche se bajó una mujer con el uniforme de policía, de cabellos rizados castaños, que tendría unos 30 años mas o menos.
- Tu eres el loco que va con la malla azul y los testículos por fuera por lo que veo - dijo con tono sarcástico.
- Si… pero yo no… - intenté explicarle.
- Calla! Dame tu documentación – ordenó.
- No la llevo encima - le dije.
- Que edad tienes muchacho? – Preguntó.
- Veintitrés años señora – respondí.
- Pues por lo que salta a la vista parece que tienes siete - dijo sonriendo mientras miraba como se marcaba mi pequeña polla a través de la malla.
Yo me quedé callado mientras veía que aquella policía se reía de lo que tantas chicas lo habían hecho, de mi minipene.
- He oído hablar de ti. Mi sobrina me comentó que tras discutir con su novio apareciste y la ayudaste a desestresarse dejándote pegar, menudo personaje jajaja. - Se reía aquella representante de la ley mientras el que estaba atónito esta vez era yo y no la fémina en cuestión.
Ponte contra la pared, voy a tener que detenerte. – Ordenó.
Yo no ofrecí resistencia, estaba nervioso por cómo iba a explicar todo esto.
La policía me esposó las manos a la espalda y empezó a cachearme. Me tocó los brazos, el torso, hasta que me estaba tocando los muslos y subió las manos hasta que me agarró los testículos.
- Uyy que es lo que tenemos aquí – Dijo riéndose – Por tenerlos por fuera voy a tener que hacerte cantar.
- Cantar? – Pregunté.
Y casi sin haber terminado la pregunta la policía me estaba estrujando los huevos con la mano desde atrás. Cuando estuve dialogando con ella no me fijé si tenía las uñas largas o no… ahora había comprobado que sí.
- Aaahh!! Aahhh!! Suelta por favor!! Las uñas!! – supliqué.
- Jajajajaja creo que la noche no va a ser tan aburrida como esperaba – Dijo.
Sentí un gran alivio al soltarme los testículos y dejar de clavarme las uñas, pero el alivio fue por poco tiempo. Me dio media vuelta y me puso en frente de ella. En su cara se notaba la rabia y satisfacción que estaba sintiendo. La miraba sin creer que una policía estuviera abusando de mí cuando de repente dio un paso a tras y me dio una patada en los huevos. Perdí la fuerza en las piernas por el impacto y caí de rodillas ante ella.
- Levanta!! – Ordenaba mientras me daba una bofetada en la cara. – He dicho que te levantes!! – Me decía mientras me abofeteaba.
Al levantarme sonrió y me dio otra patada que me dejó tirado en el suelo retorciéndome de dolor. Vi que se alejaba y pensaba que todo había terminado pero no, había ido al coche para buscar una cuerda que tenía guardada.
- Arriba!! – Dijo cuando se acercó.
Yo me levante confuso, no sabía para que quería la cuerda si ya estaba esposado con las manos en la espalda.
Miré y se estaba riendo, yo no sabía que plan macabro tenía en mente pero pronto lo descubriría. Me agarro los huevos y me los amarró con uno de los extremos de la cuerda.
- Que haces? – Pregunté entre sollozos.
- Cállate bastardo – Decía mientras me daba un bofetón y un puñetazo en mis doloridas pelotas.
Jaló de la cuerda y me condujo como si de una correa se tratase y amarró el otro extremo de la cuerda a una farola q estaba ahí al lado.
- No por favor, no me dejes aquí – Supliqué.
- Jajajajaja – No paraba de reírse mientras me miraba – Mi compañero estará a punto de volver de su permiso y no quiero que seas una carga para mi, dije que te detendría, da gracias de que no te haya llevado a comisaría – dijo.
La mujer entró en el coche y se marchó de allí de un acelerón. Yo no sabía que hacer, estaba en plena calle vestido de Super Huevos atado a una farola por los cojones y con las manos esposadas en la espalda. Intentaba soltarme pero tiraba y los testículos se me estaba poniendo morados y se me estiraban como un chicle sin parecer que la cuerda cediera. Yo me empezaba a poner nervioso, varias personas habían pasado por allí y al ver la escena aceleraban el paso y seguían de largo. Pasó una hora y de nuevo vi el coche de policía aparecer.
- Jajajaja pero todavía sigues ahí? – Dijo la policía que me había llevado a esa situación entre carcajadas. – Mi compañero se va a retrasar y esperando por el he sentido un poco de lástima así que por hoy es suficiente tarado. – dijo mientras me soltaba la cuerda.
- Gracias agente – dije.
- Nada de gracias – Respondió mirando para todos los lados y propinándome otra patada en mis morados y estirados testículos cuando se aseguró que no había nadie.
Yo me arrodillé del dolor y mientras ella volvía al coche.
- Corre!! Largo de aquí!! – Ordenó.
Como pude me levanté dolorido y me eché a correr por los mismos callejones por los que había venido. Cuando me alejé ya fui andando y pensando en lo irreal de la situación. Una policía abusando de mi. Me agarraba los huevos doloridos mientras iba llegando a mi casa y me di cuenta de que este tipo de cosas solo le pasa a Super Huevos.
Continuará…
pegama78
04-05-2011, 12:39 AM
se esta poniendo interesante esta historia jajaja a ver que pasa en la 5 entrega
:bananawin
sion247
04-24-2011, 02:45 PM
Vamos, espero pronto coloques la quinta.
Huevos Rotos
04-27-2011, 05:33 PM
Capítulo 5 - Huevos al rojo vivo
Eran las 10 de la noche y estaba andando por la calle cuando vi a un grupo de mujeres saliendo de un gimnasio. Me acerqué disimuladamente como si siguiera mi camino y me dí cuenta que estaban saliendo de una sesión de aerobic y pensé que esta podría ser una nueva oportunidad. Por la hora que era el gimnasio estaba casi vacío y me atreví a entrar mirando que no hubiera ningún monitor cerca. Fui buscando la puerta de los vestuarios hasta que di con ella y me planté delante. Antes de abrir la puerta del vestuario femenino me quité la ropa ya que como de costumbre llevaba la malla debajo y saqué del bolsillo la máscara. Abrí y de un salto entré:
- ¡¡Super Huevos al rescate!! – grité.
Allí habían tres chicas vistiéndose, recién salidas de las duchas. Una era rubia de ojos azules, con el pelo ondulado que tendría unos 22 años. Llevaba solamente un tanga y una camiseta. La que estaba a su lado estaba en ropa interior y tendría unos 19 años. Era delgada, con el pelo largo y castaño y con unas facciones muy bonitas. La otra muchacha estaba en frente de ellas dos, parecía que era la última que había salido de la ducha ya que solamente tenía el tanguita puesto y el sujetador sobre el bolso. Tenía unos grandes pechos que aunque quisiera dejar de mirarlos no podía, al darse cuenta se los tapó con un brazo pero de poco le valía ya que aun así le sobresalían. Esta última chica tendría unos 24 años y el cabello negro.
- ¿Que haces? – Gritó la chica rubia.
- Sal de aquí – dijo la chica de grandes pechos.
- Permítanme un momento chicas que les explico, soy Super Huevos y estoy aquí para su entretenimiento. – Les expliqué
La chica delgada no paraba de reírse y le dijo a las otras dos que había oído hablar de mi, el superhéroe que se deja pegar y hacer de todo por las mujeres. Así que se acercó a mi sonriendo y mirando mis testículos colgando por fuera de la malla.
- Ven que hemos tenido una dura sesión hoy y nos vas a ser útil – dijo la chica agarrándome los huevos y llevándome hacia las otras dos.
- ¡Al suelo! – Ordenó la chica rubia
- ¿Qué?... – pregunté
Sin terminar la pregunta la rubia me estaba propinando una fuerte patada en los huevos que me dejo de rodillas ante ellas tres.
Apartaron los bolsos que tenían sobre el banco del vestuario y se sentaron ante mi, yo seguía de rodillas delante de ellas.
- Bésanos los pies – Dijo la chica delgada.
Miré y vi a las tres sentada con los pies estirados hacia mi. Empecé a besárselos y me levanté un poco la máscara para sentir su piel suave con mis labios.
- Masajéanoslos que estamos cansadas – Dijo la muchacha de grandes senos.
De rodillas ante esas tres chicas comencé a masajeárselos uno por uno y motivado por la situación les chupé los dedos. Miré para ellas y se las veía contentas, tenían ese sentimiento de superioridad que tanto me estaba gustando ver en las mujeres. Después de masajearles, lamerles y chuparles los pies la chica rubia me empujó hacia atrás, parecía que llegaba la hora del dolor.
- Venga, quiero verte los huevos como si fueses un perrito así que ponte a cuatro patas mirando para allá – Me ordenó.
Yo sin decir una palabra me coloqué y sentí un fuerte impacto con su empeine en mis desnudos testículos. Me retorcía de dolor cuando note que una me sujetaba por los brazos y me levantaba, era la chica rubia. Las otras dos muchachas me agarraron por las piernas y entre las tres me levantaron del suelo.
- Jajajajaja vamos a cocinarle los huevos jajajajaja – Dijo la chica delgada entre risas.
- Si por favor – Dijo la rubia.
Me llevaron a las duchas cogido entre las tres. La piba con las tetas grandes me sujetó la pierna con un brazo y con el otro abrió el agua caliente al máximo.
- ¡¡Es hora de preparar huevos duros!! – Exclamó
- ¡¡No!! ¡¡Eso no por favor!! – supliqué
Pero de nada me sirvieron las suplicas. Con temor veía el chorro de agua cayendo delante mía y como el humo subía por lo caliente que estaba.
- ¡¡Una… dos… y tres!! – Dijo la muchacha delgada.
Me acercaron a la ducha para que me cayera de lleno en los genitales y sentía como si me clavaran cuchillos entre las piernas. Grité y me decían que parecía una niña, que no era para tanto. Me separaron pero sin dejarme coger el aliento me volvieron a acercar para que me cayera el agua hirviendo en los huevos.
- Tengo una idea - dijo la rubia – llévemelo de nuevo a fuera y agárrenlo.
Me pusieron en el suelo y yo intenté levantarme. Tenía los huevos al rojo vivo y no creía que aguantara mucho más. La chica delgada me agarró las piernas y la otra se sentó sobre mi estomago poniendo mi cabeza entre sus enormes pechos. Yo ni veía ni podía respirar, era una agonía deliciosa.
Noté como me agarraban los huevos y me los ataban a algo, al no poder ver no sabía de que se trataba hasta que por fin me soltaron. La rubia había sacado una comba que seguramente tendría para hacer ejercicio y la había atado por un extremo a mis testículos y por el otro a las asas de los tres bolsos de ellas.
- Venga, camina… - decía sonriendo mientras me enfocaba con un teléfono móvil.
- ¿No querías fama? Pues te vamos a convertir en el numero uno en los videos de los móviles, se lo pasaremos a todo el mundo. – Dijo la chica delgada.
Yo intenté caminar pero el peso de los bolsos hacían que los huevos se me estiraran antes de empezar a arrastrarlos. Dí unos pasos y del dolor caí al suelo. Las chicas se reían, dejaron de grabar y me desataron la comba.
- Si no quieres que te metamos de nuevo en las ducha corre – Dijo la muchacha de grandes senos.
- ¡¡Venga, vete!! – Advirtió la rubia.
Me levanté dolorido y salí corriendo del vestuario. Me vio uno de los monitores e intentó detenerme pero lo esquivé como pude y salí de aquel gimnasio. Me metí en un callejón para que nadie me viera y fui con cuidado a mi casa pensando en que tras grabarme con el móvil mi nombre empezaría a tener cierta repercusión. Llegué y cogí un bol para llenarlo de agua fría, me senté en mi habitación con los huevos rojos dentro del bol pensando si tendría alguna pomada para las quemaduras y si de verdad valía la pena lo que estaba haciendo…
¡¡Pues por supuesto que la valía!!
Continuara….
Huevos Rotos
08-24-2011, 09:18 AM
Capítulo 6 - La Fiesta (Primera parte)
Era una tarde de verano, la universidad estaba cerrada y la posibilidad de ejercer de superhéroe se veía disminuida. Estaba delante del ordenador, con la ventana abierta para aliviar el calor sofocante buscando algún entretenimiento, cuando de repente se me iluminaron los ojos. Mirando el Facebook me encontré con una actualización de una chica a la que tenía agregada y vivía tres calles por encima de mi. Ponía en su estado: “Chiquillas, esta noche fiesta de chicas en mi casa que mis padres se van”. Era una oportunidad que no podía perder.
Ansioso por que llegara el momento de actuar, preparaba mi ya legendario traje de Super Huevos, la malla azul con el orificio en la entrepierna para dejar salir mis testículos y que cuelguen a la vista de todas, y mi máscara azul para que nadie me reconociera.
Comencé a prepararme y observé mi imagen ante el espejo. ¿De verdad merecía la pena lo que estaba haciendo? Recordé las situaciones y las caras de las chicas anteriores y si, por supuesto que merecía la pena. Y hablando de penas, hay un dicho que dice que si tu pene mide 12 centímetros o más es un pene, y si mide menos es una pena, y el mío a través de la malla era una verdadera pena, pero bueno, así las chicas tendrían una razón más para humillarme.
A media noche me acerqué a casa de aquella chica. Era morena, de pelo castaño, delgada y de bonitos pechos, de unos 22 años. Me acerqué a la puerta y se oían voces y risas de mujeres. Toqué el timbre y todas se callaron hasta que abrieron la puerta. Ahí estaba ella, la chica que allí vivía, con una copa en la mano y cara de asombrada.
- ¡Chiquillas vengan a ver esto! – Exclamó.
- ¡Super Huevos al rescate! Estoy aquí para su diversión. – Dije.
- ¿Qué dices tarado? Jajajaja – Se burló.
Se acercaron las demás chicas para ver quien estaba en la puerta. Eran cuatro muchachas, una rubia de grandes tetas, una pelirroja de ojos azules, una morena de pelo negro y una chica delgada de pelo castaño. Todas entre 20 y 23 años.
Empezaron a reírse y a soltar carcajadas al verme, se notaba que habían estado bebiendo y estaban más contentas de lo normal. La chica que me abrió me agarro del brazo y me jaló hacia dentro de la casa pegando un portazo tras de mi.
- ¿Qué se supone que haces? – Preguntó
- Pueden pegarme y humillarme, estoy aquí para luchar contra el estrés femenino… - Expliqué
- ¿Ah si? – Dijo levantando la ceja.
Recibí una patada en los huevos que me hizo caer de rodillas ante ella. No paraban de reírse al verme dolorido ante la piba que me había propinado el golpe.
- ¡Yo también quiero! – Dijo la chica de pelo castaño.
Yo solamente pude poner las manos detrás de la nuca y ver como aquella muchacha se acercaba sonriendo y hacía la pierna hacia atrás para clavarme los cordones de sus zapatillas en mis desnudas pelotas con una fuerte patada. Caí al suelo pero entre las dos que me habían dado las patadas me levantaron por cada brazo para que sus amigas también se unieran a la fiesta. Al levantarme la muchacha de pelo negro se colocó para darme varios puñetazos en los huevos con cara de indignada, se veía que se estaba desahogando a mi costa.
- ¡A ver a ver! – Dijo la rubia. Pero mira, ¿esa cosita para que te sirve muchacho? – se burlo de la erección que tenía y que era imposible disimular tras la malla.
- Jajajaja, que pequeña – Se rió la pelirroja.
La rubia me agarro los huevos y empezó a estrujármelos. Me tumbaron en el sofá y la chica de pelo negro se sentó sobre mi cara. A penas podía moverme, solo notaba múltiples manotazos en los huevos mientras soltaban carcajadas sin tener piedad de mi. De repente pararon de darme golpes y la piba de pelo negro se levantó. Mientras recuperaba la visión noté que me agarró dos las piernas y dos los brazo mientras la quinta chica estaba parada en frente mía. No podía creer lo que veía, se me aceleró el corazón y un sudor frío me recorrió la espalda.
- Quiero un llavero nuevo y especial. – Dijo sonriendo la muchacha pelirroja mirándome los testículos con un cuchillo en la mano.
- ¡No! ¡No por favor! ¡Haré lo que quieran, pero no me corten los huevos por favor! – Supliqué.
- Se acercó y me agarró las pelotas con la otra mano, empezó a reírse y me pegó un escupitajo en los cojones.
- ¿Ustedes que dicen amigas? – Preguntó mientras me estiraba los huevos con una mano y con la otra sujetaba el cuchillo….
Continuará en el próximo capítulo…
sion247
08-25-2011, 08:01 AM
Finalmente la continuacion de los relatos, ha sido larga la espera!! sigue sigue
Alec Anaconda
08-26-2011, 09:38 AM
With my tiny knowledge of Spanish, this looks like it could be interesting!
Please will somebody translate into English?
Alec Anaconda
pegama78
08-27-2011, 01:30 AM
alec recomiendo que uses algun traductor online el de google es una buena opcion.
Gracias ya estrañaba esta historia espero que pronto salga otra muchas gracias por la continuacion.
:bananawin
Alec Anaconda
08-27-2011, 09:26 AM
This is what Google Translate made of your message.
alec some recommend using Google's online translator is a good option.
Thank you strange and hopefully soon this story out another thank you very much for the continuation
But thanks anyway.
Alec Anaconda
Huevos Rotos
10-17-2011, 04:17 PM
Capítulo 7 - La Fiesta (Segunda parte)
Allí estaba yo, en casa de aquella muchacha con cinco chicas. Cada extremidad me la sujetaba una chica y me impedía moverme mientras otra, la pelirroja de ojos azules me estaba estirando los huevos con una mano y sujetando un cuchillo con la otra. Sonreía mientra me los miraba. Mi desesperación llegó al límite, me estaba temiendo lo peor y estaba dando gritos para que me liberasen y no me mutilasen.
- Tápale la boca que los vecinos lo van a oír - Dijo la anfitriona.
- ¿Qué hago amigas? – Preguntó la piba que estaba a punto de castrarme.
- ¡Corta! ¡Corta! ¡Corta! ¡Corta! ¡Corta! – Empezaron a exclamar las demás chicas.
Yo estaba a punto de desmayarme cuando noté como me rajaba el traje por el orificio por donde salían mis huevos y empezaron a soltar carcajadas.
- Jajajaja, ¿pensabas que te los íbamos a cortar? – Dijo la chica pelirroja.
- Nos eres mas útil con ellos y no quiero que manchen mi sofá con sangre – Dijo riéndose la chica castaña de bonitas tetas que era la que vivía allí.
- Que gracioso, deberías haberte visto – Comentó la rubia.
- Jajajaja, buena idea el haberle hecho más grande el orificio del traje, así se le ve por fuera su pequeña polla. Del susto se le ha ido la erección, miren que chiquitita jajaja. - Se burlaba la chica del pelo negro.
- Tengo una idea, entreténganlo. – Decía la chica delgada de pelo castaño mientras se levantaba del sofá.
- Bueno cariño, ya que no parabas de gritar vas a tener la boca entretenida. – Dijo la chica pelirroja sonriendo mientras se subía la falda.
Se acercó a mi que seguía tumbado en el sillón y se sentó sobre mi cara poniéndome su sexo en la boca. Yo por acto reflejo empecé a comérselo mientras ella entraba en un transe de placer. Por el contrario las otras tres chicas estaban jugando con mis pelotas, dándome golpes con los dedos y manotazos mientras se reían.
La otra chica llegó pero yo no podía verla ya que tenia a aquella belleza sobre mi rostro. Noté como me cogían el pene y se descojonaban. La pelirroja se levantó y pude ver como habían traído un rotulador y le habían pintado unos ojos a mi ya de nuevo erecta polla. Algunas parecía que se asfixiaban de tanto reírse.
- ¡Mira, un gusanito! – Se burló la chica rubia.
- Que cosa más bonita – Decía irónicamente la chica de pelo negro.
Entre risas y carcajadas apareció la muchacha que vivía allí con un zapato. Me agarró por los cojones y me hizo levantarme y ponerme en el centro del salón.
- Este zapato es de mi cuñada que me cae muy mal, es un asco de tía, así que vamos a hacerle la putada. Te vas a correr dentro del zapato para que mañana cuando vuelva y se lo ponga se lleve una sorpresa. – Explico su maquiavélico plan.
Yo me quedé atónito, en ninguna de mis intervenciones había eyaculado y me quedé sin saber que hacer hasta que una patada en los huevos propinada por aquella chica me hizo volver a aquel salón.
- Deja de estar en las nubes y empieza a pajearte. – Dijo mientras yo me caía al suelo por el dolor de la patada.
De rodillas comencé a masturbarme ante la mirada y las risas de las chicas mientras aquella muchacha ponía el zapato a mi lado.
- Será mejor que te corras en el zapato por que como manches el suelo te buscas la vida para limpiarlo. – Advertía mientras me propinaba otra patada en los testículos y me decía que no parase.
- Jajaja que guay, yo también quiero, hagamos una fila chiquillas. – Dijo la rubia.
Hicieron una fila para darme patadas mientras yo me la meneaba de rodillas ante ellas. Se me hizo eterno, una patada tras otra y un mareo que recorría mi cuerpo por el dolor de huevos. Seguía pajeándome con las pelotas moradas de las patadas cuando estuve a punto de llegar y me apresuré a coger el zapato y correme en el. Todas se reían mientras la chica de pelo castaño cogía el zapato.
- Buen chico, ahora será mejor que te vayas si no quieres que te los cortemos de verdad – Amenazó con una cínica y espectacular sonrisa dándome un bofetón de regalo.
Me levanté sin decir palabra y me dirigí a la puerta oyendo las burlas de las chicas. Salí de aquella casa como un hombre nuevo, ya que estuve a punto de perder mis testículos, lo que representa mi alter ego y la masculinidad. Dolorido y contento fui a mi casa, era la primera vez que terminaba una aparición mía con una humillante eyaculación y a pesar de que estaba a punto de amanecer, la experiencia vivida me había quitado el sueño y tenía que arreglar el traje.
Continuará…
sorenuts
10-18-2011, 05:00 PM
With my tiny knowledge of Spanish, this looks like it could be interesting!
Please will somebody translate into English?
Alec Anaconda
Chapter 1 - The first day of the rest of my life
It was a cold January Saturday, 8:30 am, and I went to the City Library to discuss the agenda for college exams that I had to do. As usual, I went to a small cafe that was on the way, where I used to eat breakfast every time it was exam time and did my morning visit to the library.
I went in and ordered a sandwich and a latte at the waiter who recognized me and greeted me amiably while going to prepare what they had requested. I took the opportunity to go to the toilet when it was ready my breakfast, when I was surprised. The men's room was broken. I looked and saw that the cafe had three men in work uniforms and a couple eating breakfast so I thought,
- I'll get faster in the ladies that nobody will notice.
I opened the door and found two girls in their twenties and twenty-three years looking in the mirror, laughing and talking. His clothes implied that had not been lying down after a Friday night party, and their attitude and behavior that had been taken a few drinks. One had curly black hair, it would measure 1.60, full lips and dark skin. He wore a black panties that enhanced her thighs and buttocks prominent game with black heeled shoes. Her friend was thinner, it would have 1.70 high, brown short hair and big green eyes. She instead wore a denim miniskirt, white blouse and heeled shoes white fine tip.
The two looked at me stunned for a split second, as they did not expect my appearance, but the surprise quickly became dark laughter and told his friend the word that would change my life:
- Naked!
I was startled when the thin girl held my arms in the back not stop laughing and the other girl was going to my:
- And you, who you're supposed to and you do here? - She said.
- I, uh, the other bathroom was ... .... - Stammered through the nerves.
- Shh Hush, do we see to see how his cock has not - he asked his friend.
- Haha, if we are to see how you have it - he said the thin girl.
The brunette girl rushed up to me and pants and underwear down, exposing my little cock and my big balls. The laughs and comments between the two of how small my penis was only tinker began.
- Hahaha, but what is this shit dick? Hoping for a surprise but I will be disappointed. - Said the brunette while enduring the laughter - In contrast, those eggs can do something fat ...
He stepped in after and without thinking I delivered a sharp kick to my naked eggs. I almost fall to his knees but the other girl was holding me. The two could not stop laughing, and grabbed my testicles dark I could hardly catch them with one hand. I squeezed and pulled up so that I joined. The astonishment of the two girls and mine came when after hitting the genitals had an erection.
- But look, if you liked the pervert this one! - Said the girl who was holding me.
- Yes, but not hard serves this guy's cock, haha .- The brunette laughed as I watched her. Erecta was right as I came to just over 11 cm.
- No please, not hit me more! - Pleaded.
- But who gave you permission to speak? - I replied as I took a knee to my aching balls.
The thin girl released me and I leaned forward I felt pain but strangely I liked.
- I'm not going to run out of fun. - Said the girl when he released me and gave me a strong kick from behind, feeling his instep slammed my balls making me fall to the floor suffered from dizziness pain in the testicles ...
And there I was, in the bathroom of a small cafe which was a regular, lying on the floor of the ladies with his pants down and grabbing the eggs for the damage while the two girls were laughing and out of service. It took me assimilate what had happened and as I sat up, leaning on the sink.
I left without saying anything and I took a taxi to my home address without even believe what had happened. I lay in bed staring at the ceiling. Hours passed and I remembered the two girls physically abusing me, hitting the genitals, and worst of all, when I remembered my little penis was rising.
After thinking I was raised, what it should be this?, Why happened to me?, And above all, why I like it?. I decided it was time to stop being one of the bunch. I took a superhero costume carnival three years ago he had in the closet and I tried it. I was perfect. A Mayan bracelets blue and green with a blue mask with a mask also green, but some details missing. I made a hole in the crotch of the Maya to let my testicles were hanging in the sight of all. Cut a H-S and a yellow shirt made me no longer and is stitched to the chest of the suit.
From that day my alter ego is called Super Balls do not know what, fight against that evil, or what my work, but what was certain was that my life would no longer be the same .
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